Y de repente exploto la bomba, Hank Rhon, el ex presidente municipal de Tijuana y conocido empresario, muchas veces señalado como autor de diversos delitos, que nunca fueron denunciados ni comprobados, era detenido por acopio de armas de uso exclusivo del ejército.
Vino la incredulidad y el asombro, uno de los personajes más intocables del país, por fin comparecería ante las autoridades. Se hablo de una venganza política, y sobre todo que por fin se haría justicia.
Se pensaba que esto seria el inicio de una redada contra ex gobernadores, de pronto imaginar a Mario Marín o Ulises Ruiz enfrentar a la justicia parecía posible.
Pero como todo lo que esta pasando en este sexenio, el hecho acabo en un ridículo mas de nuestros flamantes gobernadores. Hoy resulta que Hank Rhon es inocente que las pruebas le fueron sembradas y que el señor no fue culpable de nada.
Y así como acto de magia, el asunto ha sido desechado, y como siempre jamás será explicado, como llegaron las armas, o que pasó con el arma que se dijo estaba involucrada en un asesinato.
Al final una raya mas al tigre, que cada día que pasa demuestra ser el peor gobierno que hemos tenido, incompetente, incoherente pero sobre todo inútil.
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