jueves, 23 de junio de 2011

Monologo, no dialogo


Cuando se dijo que habría un dialogo entre Felipe Calderón Hinojosa y el movimiento encabezado por Javier Sicilia, se creo un ambiente de expectación, y quizás hasta de cierta esperanza.
Pero como ha pasado durante este sexenio, todo quedo en falsas esperanzas, pues el señor presidente llego con respuestas ya escritas, con una actitud de maestro que regañara a los alumnos que se atrevieron a cuestionarlo.
Mientras del lado de la caravana por la paz, se exhibían puntos, se exigía justica y se daban propuestas, por el lado de la presidencia, solo se obtenía un monologo hecho para defender lo indefendible, para tratar de maquillar la realidad.
El colmo, la presencia de la esposa de Felipe Calderón, quien no fue elegida para ningún cargo publico, y quien estaba en esa mesa con una actitud insultante, para los presentes, quienes pedían justicia para sus muertos. Actitud que compartía Felipe Calderón, esa risa cínica mientras escuchaban los testimonios de la gente de la caravana, teclear en su lap, como si lo que les decían fuera de nula importancia.
Al final, el presidente cerro con uno de sus discursos habituales, donde se puso como un mártir de la Nación, pero sin reconocer la falla de su estrategia de la batalla contra el crimen, al final lo único que se pudo observar en este supuesto dialogo, fue la falta de sensibilidad de un presidente embriagado de poder completamente negado a abrir los ojos para ver el desastre que es México.
Lo mas rescatable fueron las palabras de Lebaron exigiendo respeto para sus muertos, por que señor Calderón creo que es lo mínimo que puede dar, por que lo demás que se le exige ya sea por incompetencia o por necedad no lo va a hacer.

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