sábado, 27 de agosto de 2011

¡¡YA BASTA!!


La sociedad mexicana, aun no se recuperaba de la balacera afuera del TSM en pleno partido de futbol, cuando este jueves el ataque a un casino de Monterrey, termino en tragedia, y nos mostro que la violencia que se vive en nuestro país, no tiene límites, y siempre puede ser peor.
Culpables hay muchos, desde el que dio los permisos para los casinos, el que lo reabrió después de ser clausurado, el que cerró las puertas de emergencia, etc. Pero creo que el principal o los principales, son las autoridades, que no pueden garantizar la tranquilidad y la seguridad de sus ciudadanos.
Lamentablemente, este hecho trágico, desnuda los más viejos vicios de nuestra sociedad, y la ineptitud de nuestras autoridades, para hacerle frente a un problema, que les exploto en la cara y hace mucho se les salió de las manos.
El atentado fue tan brutal, que las mismas televisoras, que habían firmado el “pacto” para ocultar y minimizar la violencia, ignorando estos hechos, no pudieron hacer caso omiso esta vez, y tuvieron que dejar de tratar de maquillar, una realidad, que los a alcanzado de una forma brutal y contundente.
Porque hoy no basta con declarar tres días de luto nacional, eso no calma el dolor, la rabia, y la indignación que todos sentimos, ya basta de ser rehenes de esta guerra que no pedimos, pero en la que nosotros siempre ponemos los muertos.
Hace ya algunos años Hillary Clinton lo advirtió, México se está Colombianizando, todo mundo se indigno, y levanto la voz. Hoy no queda más que aceptar, que esas palabras eran verdad, y que hoy, nuestro país, está en una caída en picada, que parece no tener fin.
Ojala este hecho trágico, sea el parte aguas para un cambio radical en nuestras autoridades y en nuestra sociedad, porque ya no es posible vivir de este modo, y esta violencia sin sentido, no desaparecerá por arte de magia, sino hacemos un frente común ante ella. Es hora de que nuestras autoridades entiendan, que estamos hasta la madre de palabras vacías, queremos acciones, no simples promesas.

No hay comentarios:

Publicar un comentario